no he podido perdonar ni siquiera mis propios pecados
como para olvidar los tuyos
gozar con el dolor que los recuerdos reviven
se convierte en algo tan habitual
que mas y mas a fondo de los huesos
ya no siento nada.
dejar que las lagrimas sequen la putrefaccion
no es una buena idea.
ya que mientras mas y mas caen
la herida se sigue infectando en lo profundo de mi ...